La brevedad de nuestro Taller no dejó tiempo para profundizar en esta dimensión que, además, tiene el siguiente matiz: la colaboración en la experimentación.
En un experimento, pueden ocurrir muchas cosas. Entre ellas, que una propuesta no pueda seguir adelante. Como la propuesta Lab Escolar que dio origen al Bosque a través de su aula de blogs.
Por ahora, hemos experimentado la colaboración interior en nuestro Taller y hemos comenzado la colaboración exterior con otras propuestas y proyectos del curso de labs.
Pero antes de seguir, creo que es conveniente escuchar primero a Susana Moliner, experta en esto de colaboración en labs y luego añadiré unos comentarios para la propuesta del Bosque.
Promotoras
Las personas promotoras tenemos que estar dispuestas a que nuestra propuesta acabe siendo otra cosa cuando pase por un proceso de laboratorios ciudadanos o vecinales.
Lo que comenzó siendo un laboratorio escolar se ha acabado convirtiendo en un microlav bloguero.
Y no es porque yo me haya empeñado en ello (que también), sino porque hay también otras personas que han considerado que la propuesta tenía algo que ver con ellas como se puede ver en #29N que supuso el paso de taller a microlav.
Ahora que estamos colaborando en otros proyectos, tenemos que tener la humildad de aceptar que el blog, nuestra joya de la corona, puede que no sea lo más importante en sus procesos. No importa, lo importante es ponernos a trabajar.
Participantes
Las personas colaboradoras, después del taller, pasan a ser participantes. La propuesta ya es tan suya como lo fue de las promotoras. Las decisiones se siguen tomando en colaboración, pero ya no hay necesidad de votación si es que alguna vez la hubo.
Las decisiones se van armando desde la base, de forma que todo el mundo participa en la elaboración de las nuevas propuestas. Entonces, ¿qué sentido tiene entonces la votación?
Las expertas suelen llamar a eso organización adhocrática. Otra de las dimensiones del Bosque.
Experimenta Distrito
Para el Bosque, su ámbito es el barrio; ya sea en el casco viejo, en un barrio cultural o en un barrio dormitorio. De ahí que nos autodefinamos microlav: microlaboratorio vecinal. Aunque no seamos del mismo barrio físico; pero sí del mismo barrio digital.
Y no partimos de cero. Lo bueno y lo malo de internet es que cuando se te ocurre algo, alguien lo ha hecho antes y mejor que tú. En este caso, las amigas de Experimenta Distrito.
En su web, puedes encontrar todo tipo de propuestas y proyectos que puedes adaptar a tu barrio con mayor o menor fortuna. Ademas de reflexiones que te pueden ayudar a crear tus propias propuestas. Entre estas reflexiones destacaría esta:
Algo interesante de un programa como Experimenta Distrito, y a diferencia de otros programas públicos de participación, es que, a mi entender, se sigue asumiendo la participación como hipótesis a explorar y con la que experimentar, en lugar de como herramienta a implementar, o peor aún, como fin en sí mismo. Esto permite minimizar prejuicios sobre “lo que debería ocurrir”, genera un espacio mucho más resiliente y flexible ante posibles cambios y […] como una acción performativa que vamos construyendo entre todas las personas que formamos parte del contexto.
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