viernes, 20 de noviembre de 2020

El blog como tutor de resiliencia

Tutores de Resiliencia
Me tomo la libertad de transcribir de la convocatoria de proyectos de Tutores de Resiliencia de Florencia de los Santos esta frase:

Un tutor de resiliencia puede ser toda aquella persona, objeto, institución y/o concepto, que pueda ayudar a formar resiliencia en un individuo. Inspirado en los escritos de John Bowlby con su teoría del apego y en la definición que Boris Cyrulnik da a la resiliencia como la capacidad de salir adelante y de resistir en los momentos de adversidad.

Sobre la teoría del apego de John Bowlby puedes leer este enlace.

La teoría del apego sobrepasa los límites de este modesto blog, así que solo partiré de la definición de Boris Cyrulnik.

Juntándolo todo, podría quedar así:

Un blog es un objeto digital que puede ayudar a formar la capacidad de salir adelante y de resistir en los momentos de adversidad. (@ratonlab)

Y efectivamente, si no hubiera sido bloguero, no podría estar aquí contándote estas cosa.

Hasta llegar a este blog, he tenido que utilizar todos estos otros:

Ninguno de ellos encajaba del todo en la segunda parte del curso de labs. Bien porque era difícil que un colegio te admitiera unas prácticas de laboratorio ciudadano por la cuestión de la covid o porque los tiempos literarios no encajan del todo con los tiempos de laboratorios.

¿Sé puede programar la inspiración?

Encontrarás numerosos posts en la red sobre los beneficios de un blog; la mayoría relacionados con beneficios monetarios. Pero también hay beneficios no monetarios.

  • Aprender más sobre ti mismo. A veces no sabes por qué estás triste hasta que te sientas frente a tu blog y explicas que el paseo frente al mar te ha recordado a tu ex; o no recuerdas por qué te mudaste a Madrid hasta que escribes sobre lo bonita que es la primavera en el Retiro.
  • Observar lo que te rodea, ejercitando tu capacidad de atención plena. En lugar de ir a la cafetería por la mañana, gruñendo porque estás medio dormido y pensando en tus cosas, recordarás que tienes un blog que escribir y tomarás notas mentales sobre el olor de las tostadas o el peinado de la camarera.
  • Practicar la ecuanimidad o, lo que es lo mismo, la estabilidad de la mente frente a distintas situaciones. En abril de 2010 estabas hecho polvo porque te habían echado del trabajo, pero para julio ya te comías el mundo y abriste tu propia empresa. Tener un registro escrito de esos cambios te ayudará a mantener la calma cuando las cosas se pongan feas.
  • Ser perseverante y forjar un hábito. No hace falta ser constante antes de abrir un blog: tener un blog puede enseñarte a ser constante y demostrarte que eres capaz de hacer lo que te propones.


Yo añadiría que también me sirve de posterapia.

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