Crónica sentimental de un microlab bloguero

Lo primero es lo último que se sabe

Bosque de las Letras (Bosque para abreviar) surgió como un intento desesperado para poder participar en la segunda parte del curso de labs de Medialab-Prado después de que Lab Escolar y Bosque Imaginado no pudieron encajar por motivos que no vienen al caso.

Ahora que su taller de producción está a punto de acabar, conviene echar un poco la mirada atrás para vislumbrar que puede ser a partir de ahora.

Habrás observado un pequeño matiz en el árbol del Bosque. Ya no es un árbol de libros, sino un árbol de manos. Es el momento de las alianzas antes de que acabe la locura que ha sido este curso.

Un bloguero como yo siempre se extraña de que el blog de un proyecto se deje para última hora. Puede que la realidad tenga que ser así y que haya que esperar a tener alguna documentación para abrir un blog.

Pero mientras tanto, ¿dónde se guarda dicha documentación?

A estas alturas del partido, ya te habrás percatado de que el Bosque de las Letras es una metáfora del lenguaje. Y si el lenguaje sirve para algo es para establecer alianzas.

Por ahora, tenemos alianzas con:

Esta lista se irá actualizando mientras dure el curso de labs.

Y digo tenemos porque el Bosque ha generado un pequeño grupo motor para seguir su andadura durante 2021 como microlab bloguero.

El Bosque es de pequeño tamaño pero de grandes dimensiones.

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